Hace unas semanas también nos dejó el bueno de Sidney Lumet, uno de los grandes artesanos de Hollywood y el cine americano; que no cesó de trabajar en toda su vida con gran tesón, humildad y exquisitez, a pesar de que pocos productores contaban con su talento actualmente.
Su amplia carrera da para un megapost, sin embargo, me gustaría detenerrme especialmente en su debut, Doce hombres sin piedad, de la que tengo un especial recuerdo desde mi infancia. Con ella ganó el Oso de Oro en Berlín y fue nominada al óscar como mejor película, director y guion adaptado.¡Y con solo 23 años!!!
Además, recordemos una escena, para darnos cuenta de las magníficas interpretaciones...
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